Cuando hablo de segmentación, no puedo dejar de pensar en los poderes de los videojuegos que te ayudan a superar obstáculos e ingresar a nuevos mundos.
Así es la segmentación, una poderosa herramienta que, si la utilizas bien, podrá abrirte a nuevos mercados y mayor rentabilidad en tus estrategias de marketing digital. Como en los videojuegos, entre más juegas, más experto te vuelves. Y esa experiencia te sirve para ir superando retos, llegar más lejos en tus objetivos y alcanzar el premio mayor: conectar con quien verdaderamente te interesa, para convertirlo en tu cliente.
Lamentablemente, día a día, muchos anunciantes pierden tiempo y dinero por una mala segmentación. Es común ver a importantes marcas que se limitan a cargar a una tarjeta de crédito las campañas automatizadas de Google o Facebook, pensando que así lograrán resultados. Otras contratan a personas con experiencia y tiempo limitado, confiando que sabrán cómo rendir su presupuesto. ¡Así no funciona!
Segmentar es la base para escalar.
La segmentación demanda largas horas de investigación y análisis. Exige estar actualizado sobre el funcionamiento de los algoritmos y plataformas; y se fundamenta en la habilidad de un grupo de expertos que busque continuamente la optimización, es decir determinar lo que funciona y lo que no, para a partir de ello, seguir explorando y mejorando.
Segmentar es sin duda un proceso continuo de aprendizaje, en el que un nuevo conocimiento conlleva a la creación de valor. Y ese valor se traduce en resultados efectivos que se materializan en clientes reales. Por eso siempre decimos que segmentar es la base para escalar. Solo podrás escalar tus campañas y llegarle a un mercado más amplio, a partir de una segmentación bien fundamentada y en constante optimización. Como agencia, durante años hemos podido demostrarle a nuestros clientes que con menor inversión se puede lograr más, cuando se segmenta de forma indicada.
La segmentación es un arte y una ciencia.
Es arte porque nace de la intuición, que es la fuente de la creatividad. Cuando tienes el arte de segmentar, te conectas con los sentimientos, emociones, intereses, objetivos de tu audiencia, y empiezas a ver los patrones, tonalidades y formas que van dibujándose sobre un lienzo en blanco. Esa figura que surge, y que va más allá de un simple perfil demográfico, es a quien vas a dirigirte, administrando la información relevante, redactando los copies adecuados y definiendo la estructura ideal de tu campaña para lograr el objetivo buscado.
La segmentación también es una ciencia ya que se fundamenta en el análisis profundo de la data, identificación de tendencias y hallazgos estadísticos que permiten determinar con una alta precisión cómo invertir mejor tus mensajes y tu dinero. Para segmentar es necesario realizar una rigurosa investigación de intereses y perfiles, aprovechando métodos estadísticos avanzados que determinan el comportamiento del consumidor y exponen tus mensajes a los públicos más sensibles.
Si quieres mejorar tus campañas, cerciórate buscar un equipo que te de la confianza y cuente con casos de éxito que soporten su experiencia. Recuerda que puedes estar perdiendo tiempo y dinero, si la segmentación no es la correcta, y estar atascado en ese nivel del cual no saldrás sin la ayuda de un booster o súper poder. Ese booster somos nosotros, Dávila. ¿Quieres hablar con un asesor? Contáctanos.